Durante el invierno la protección resulta adecuada para algunas plantas, pero no es factible en el caso de grandes arbustos o árboles.

  • La paja es un material idóneo para rodear las plantas o cubrir sus partes más vulnerables, puedes rodear el pie con una capa de paja o acolchado para evitar que mueran a causa del frío.
  • Si necesitas proteger árboles y arbustos delicados o recién plantados, envuelvelos con paja y sujetalo con una lámina de politeno o arpillera para que no se mueva.
  • Si la descongelación es rápida los daños serán mayores, lo que explica que las paredes encaradas al sol por la mañana no resulten adecuadas para determinados árboles y arbustos.
  • Saber cuando retirar la protección, ya que si lo hace antes de tiempo y hay una ola de frío o grandes heladas es posibles que la planta muera, mientras que si la retiras muy tarde pueden haber crecido debajo brotes blandos susceptibles de ser atacados por hongos.
  • Lo mejor es estar al corriente de las previsiones meteorológicas y tener todo preparado para volver a proteger las plantas en caso de que vuelva el frío intenso.

Las heladas posiblemente provoquen la pérdida de algunos tallos, pero volverán a brotar en primavera desde las raíces y las hojas afectadas que no llegan a morir pueden presentar crecimiento extraños.