100 % natural, libre de químicos sintéticos, derivada de restos fosilizados de diatomeas, rica en sílice y completamente biodegradable.
Actúa en pocas horas y mantiene su acción durante semanas, con efecto residual que puede durar hasta 3 meses, más estable y duradero que otros insecticidas físicos.
La acción es física, abrasiva: daña el exoesqueleto de insectos rastreros como cucarachas, hormigas, pulgones, cochinillas, caracoles y termitas, provocando deshidratación y muerte sin generar resistencia.
Microgranulado, sin polvo visible ni dispersión aérea, lo que mejora la seguridad para el usuario y mascotas.